noviembre 24, 2024

“No nos desaparezcan”: el desesperado mensaje de Madres Buscadoras de Sonora a Rafael Caro Quintero

Más de 1,825 días sin saber de ellos. Ante los ojos de Cecilia Flores Armenta y de sus seres queridos, los jóvenes Alejandro Guadalupe y Marco Antonio, fueron secuestrados por un grupo de hombres armados en 2015. A seis años de su desaparición, las investigaciones oficiales no avanzan. La desesperación y el dolor han llevado a los familiares a pedir ayuda a los cabecillas narcos más poderosos de México.

A través de un video, la fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, Cecilia Flores, suplicó ayuda a los líderes criminales, Rafael Caro Quintero y Crispin Salazar Zamorano —identificados como lugartenientes del Cártel de Sinaloa en el estado de Sonora—.

Con pesar, la mujer detalla: “Yo tengo necesidad de seguir buscando a mis hijos por lo veo en la necesidad de pedirles a ustedes, los jefes de los cárteles en Sonora, Salazar y Caro Quintero, y demás líderes del cártel que no nos maten, que no nos desaparezcan, que no nos amenacen, que nos dejen buscando a nuestros hijos”.

El material gráfico abunda sobre el desgaste físico y emocional que ha significado la desaparición de sus familiares.

Esta no es la primera vez que el colectivo usa medidas drásticas para localizar a sus seres queridos. Hace tres meses, los integrantes de dicha organización iniciaron una huelga de hambre para exigir atención a los casos de sus familiares desaparecidos y protección ante las amenazas del crimen organizado.

Flores Armenta reveló que las cifras oficiales del Gobierno de México señalan que existen aproximadamente 4 mil personas desaparecidas en la entidad federativa de Sonora. Sin embargo, solamente en los registros del colectivo se han recibido más de 7 mil casos de denuncias.

El pasado mes de noviembre, la lideresa encabezó un plan de búsqueda en el poblado Miguel Alemán, en donde lograron identificar 14 fosas y al menos tres cuerpos en cada una.

Desde 2019, Cecilia, junto a un cúmulo de mujeres, astilla la tierra para buscar a su hijo.“Siempre les digo a las madres de hijos desparecidos que no se rindan, que no se cansen de luchar, somos su única manera de ellos de regresar a casa. Nadie los va a buscar, las autoridades han dicho que no es su trabajo andar escarbando”, señaló.

A falta de apoyos de los gobiernos estatal y federal, las Madres Buscadoras de Sonora han abierto una cuenta bancaria para donativos y solicitado agua, suero, hidratantes y bolsas de dormir.

Sobre el último hallazgo, en redes sociales compartieron imágenes que destacan pequeños fragmentos de costillas, ropa manchada de sangre, cráneos quemados, una mandíbula, todo entre la tierra seca del desierto.

Los agentes de la AMIC acudieron luego de recibir el reporte. Las autoridades federales reconocen una crisis de 95 mil personas desaparecidas hasta el momento en el país, de ellas, unas 76 mil desde 2006, cuando inició la guerra contra el narco con Felipe Calderón.