Consejos para estimular el sueño cuando no podemos dormir Cómo afrontar la pérdida de un ser querido
El ciclo de sueño es el proceso que se repite varias veces durante una noche. Éste incluye períodos de sueño profundo y ligero en los que no se sueña y algunos períodos de sueño activo.
A lo largo de nuestra vida, el ciclo de sueño cambia, por lo que transcurre de forma diferente según la etapa que estamos viviendo, explican los expertos de MedlinePlus.
Así, a medida que envejecemos, los patrones de sueño tienden a cambiar, pues la mayoría de personas experimentan, con el paso de los años, que las dificultades para conciliar el sueño aumentan.
¿Cómo cambia el ciclo de sueño con la edad?
Desde MedlinePlus señalan que, a medida que envejecemos, es normal que nos despertemos con más frecuencia durante la noche y nos levantemos más temprano por la mañana. Generalmente, el tiempo total de sueño se mantiene igual o, en algunos casos, disminuye ligeramente hasta 6 horas y media o 7 horas por noche.
Además, a medida que nos hacemos mayores, suele ser más difícil quedarse dormido y las personas pueden pasar más tiempo total en la cama, ya que les cuesta dormirse profundamente.
Por otro lado, estos mismos profesionales explican que la transición entre el sueño y despertarse con frecuencia es abrupta, por lo que esto hace que las personas mayores sientan que tienen un sueño más ligero que cuando eran jóvenes.
También recalcan que, cuando somos mayores pasamos menos tiempo durmiendo profundamente y sin soñar, así como somos más conscientes del hecho de estar despiertos. De media, las personas mayores se despiertan en promedio de 3 a 4 veces cada noche.
El hecho de que las personas mayores se despierten con más frecuencia por la noche es debido a que pasan menos tiempo en el sueño profundo. Otras causas incluyen la necesidad de levantarse a orinar, la ansiedad o la incomodidad y el dolor por enfermedades prolongadas.
El efecto que provocan estos cambios
La dificultad para dormir suele ser un problema que causa muchas molestias en las personas. El insomnio prolongado crónico es una de las principales causas de accidentes automovilísticos y depresión en los seres humanos, y esto es debido al ciclo de sueño.
Así, como el sueño de las personas mayores es más liviano y se despiertan con mayor frecuencia, pueden sentirse privadas de sueño, a pesar de que su tiempo total para dormir no haya cambiado.
Por otro lado, la privación del sueño, con el tiempo, puede conllevar problemas como confusión y otros cambios mentales. Sin embargo, estas patologías se pueden tratar y, durmiendo lo suficiente, pueden disminuirse los síntomas.
Además, los problemas del sueño también son un síntoma común de depresión, por lo que es necesario hablar con un médico si una enfermedad mental como la depresión puede estar afectando a nuestro sueño.
Medidas para estimular el sueño
Existen medicamentos para dormir, pero, según los expertos de MedlinePlus, se deben evitar este tipo de fármacos en medida de lo posible. En este caso, es importante consultar con un médico para que nos indique si es recomendable tomarlos.
Por ello, con tal de evitar estos medicamentos, los profesionales proponen una serie de medidas que pueden ayudar a estimular el sueño:
Tomar un refrigerio ligero a la hora de ir a la cama. Esto puede ser de gran ayuda, como, por ejemplo, tomar leche tibia antes de acostarnos, pues contiene un aminoácido natural similar a un sedante.
Evitar estimulantes como la cafeína, que se encuentra en el café, el té, las bebidas de cola y el chocolate, durante al menos 3 o 4 horas antes de acostarse.
No realizar siestas durante el día.
Hacer ejercicio en horarios regulares cada día, y nunca durante las 3 horas antes de acostarse.
Evitar la estimulación excesiva antes de dormir, como son los programas televisivos violentos o juegos de computadora.
Practicar técnicas de relajación a la hora de ir a la cama.
No ver televisión ni utilizar el ordenador, móvil o tablet en la habitación.
Intentar acostarse a la misma hora todas las noches y despertarse a la misma hora todas las mañanas.
Utilizar la cama solamente para dormir o para la actividad sexual.
Evitar los productos de tabaco, especialmente antes de irse a dormir.
En el caso de tomar medicamentos, preguntar a un médico si pueden estar afectando a nuestro sueño.
Los expertos de MedlinePlus concluyen que, en el caso de no poder conciliar el sueño correctamente después de 20 minutos acostados, es recomendable levantarse y realizar una actividad tranquila como leer o escuchar música.
Una vez nos vuelva a entrar el sueño, debemos regresar a la cama e intentarlo de nuevo. Si aún así no podemos conciliar el sueño en 20 minutos, es aconsejable repetir el proceso.
Estos especialistas señalan que el alcohol a la hora de acostarse puede hacer que una persona sienta sueño. Sin embargo, recomiendan evitarlo, debido a que puede hacer que nos despertemos al cabo de un rato.
Fuente: Mundo Deportivo
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