
Tres jóvenes procedentes de Culiacán fueron reportados como desaparecidos desde el sábado 19 de abril de 2025 en Mazatlán, uno de los principales destinos turísticos de Sinaloa. La Fiscalía General del Estado (FGE) investiga el caso como una privación ilegal de la libertad en una zona turística del puerto.
Con estos hechos, ya son seis los jóvenes turistas desaparecidos en lo que va del mes de abril, todos vinculados a visitas o desplazamientos desde la ciudad costera.
Los jóvenes desaparecidos el sábado fueron identificados como Erick Mijali Carrillo Villegas, Efraín Ramírez Ruiz y Alfonso Arredondo Zazueta, todos de entre 21 y 22 años de edad.
Según el relato de sus familiares y los datos proporcionados por colectivos de búsqueda, los tres amigos se encontraban en el puerto para pasar el fin de semana de Semana Santa. Fueron vistos por última vez alrededor de las 12:20 horas, cuando se dirigían a desayunar en la zona de La Marina, por la avenida Carlos Canseco.
Minutos más tarde, fue localizado un Ford Mustang negro con impactos de bala en la avenida Paseo del Atlántico, a pocos metros de una glorieta donde se ubica el monumento al Venado Rojo, uno de los puntos turísticos más concurridos del área. El vehículo se encontraba abandonado y sin rastros visibles de sangre. La Fiscalía descartó que se tratara de un ataque armado y confirmó a las familias que los jóvenes fueron privados ilegalmente de la libertad.
Desde entonces, no se ha tenido contacto con los tres jóvenes, y tampoco se ha reportado el ingreso de personas heridas a hospitales de la ciudad. La Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Sinaloa activó las fichas de localización el 20 de abril, y el colectivo Sabuesos Guerreras A.C. se sumó a la difusión pública del caso.
Doce días antes, el 7 de abril, otros tres jóvenes desaparecieron tras pasar un fin de semana en Mazatlán. Se trata de los hermanos Carlos Enrique y Santiago Sánchez Rodríguez, y su amigo José Isaías García Rosey, originarios de San Juan del Río, Querétaro.
Los tres viajaron al puerto para celebrar el cumpleaños de uno de ellos y desaparecieron cuando iniciaban el trayecto de regreso a su estado, por la carretera que conecta Mazatlán con el municipio de Concordia.
La última comunicación con sus familias fue entre las 17:57 y las 19:22 horas, cuando sus teléfonos dejaron de emitir señal. La ubicación satelital marcó primero Concordia y luego el poblado de Copala, para finalmente volver a Concordia y perder toda conexión. Desde entonces, no se ha vuelto a saber de ellos.
¿Quiénes son los desaparecidos?
Erick Mijali Carrillo Villegas, de 22 años, fue visto por última vez en la colonia La Marina. Tiene una estatura de aproximadamente 1.80 metros, complexión robusta, tez blanca, ojos medianos color café claro, y cabello corto, ondulado y castaño oscuro. Entre sus señas particulares figuran una cicatriz en el pómulo derecho, otra cicatriz quirúrgica en el abdomen y un tatuaje con la imagen de un trébol en la espalda, del lado derecho. Ese día vestía tenis negros marca On Cloud, un reloj dorado marca Fossil y una gorra blanca y negra con la figura de un tiburón. Su ficha oficial es la RZS-0163-2025.
Efraín Ramírez Ruiz, también de 22 años, tiene una estatura de 1.75 metros, tez blanca, complexión media, ojos grandes color café claro y cabello ondulado, castaño oscuro. No tiene tatuajes ni cicatrices visibles. Vestía una camisa a cuadros azul con negro marca Blue Berry, pantalón negro de mezclilla marca American Eagle, tenis negros marca Lacoste, un reloj plateado, una pulsera de piedras y un dije con el logotipo de Nueva York. Su ficha oficial es la RZS-0164-2025.
Alfonso Arredondo Zazueta, de 21 años, mide aproximadamente 1.78 metros, tiene tez moreno claro y complexión media. Sus ojos son color café claro, su cabello ondulado y corto, y presenta un lunar visible en la mejilla derecha. No tiene tatuajes. Al momento de su desaparición vestía una camisa negra, pantalón de mezclilla negro, tenis blancos con negro marca Michael Jordan, una cadena de oro con dije de San Judas Tadeo, un anillo de oro y un reloj de color plata con correa negra. Su ficha es la RZS-0165-2025.
También están desaparecidos desde el 7 de abril tres jóvenes de Querétaro, ellos son:
José Isaías García Rosey, de 23 años, mide 1.70 metros, tiene tez morena, complexión robusta, rostro ovalado, ojos negros, cabello ondulado y un lunar visible en el rostro, cerca de la nariz. No tiene tatuajes. La ficha correspondiente es la RZS-0152-2025.
Santiago Sánchez Rodríguez, de 18 años, mide aproximadamente 1.70 metros, tez blanca, rostro redondo, ojos café claro y cabello lacio. Tiene pecas visibles en el rostro y un tatuaje de San Judas Tadeo en el antebrazo izquierdo. Su ficha fue emitida bajo el folio RZS-0153-2025.
Carlos Enrique Sánchez Rodríguez, de 28 años, mide 1.90 metros, tez blanca, complexión robusta, cabello rapado y varios tatuajes: una guerrera con espada, un caballo tipo Pegaso con la mitad del rostro, una calavera con casco de vikingo, una letra “i”, un payaso y la palabra “Sánchez” en el brazo izquierdo. Su ficha es la RZS-0154-2025.
Sin avances en las investigaciones y aumento de desapariciones
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa mantiene abiertas dos carpetas de investigación por ambos casos. En ambos expedientes se activaron los mecanismos institucionales de búsqueda, pero hasta ahora no se han reportado avances oficiales ni indicios sobre el paradero de los seis jóvenes.
El colectivo Sabuesos Guerreras A.C. ha reforzado la difusión en redes sociales y medios de comunicación, e hizo un llamado a la ciudadanía para aportar cualquier dato que contribuya a la localización con vida de los jóvenes. Las líneas de contacto disponibles son el número 667 157 1930 (Sabuesos Guerreras), el (669) 327 8424 (Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Sinaloa), el correo cebpd@sinaloa.gob.mx y el número de emergencias 911.
De acuerdo con cifras del Consejo Estatal de Seguridad Pública, durante el año 2024 se iniciaron 1.616 carpetas de investigación por desaparición de personas en Sinaloa, ninguna de las cuales ha sido resuelta.
Las desapariciones de abril —vinculadas a zonas turísticas y tramos carreteros frecuentados por visitantes— reflejan un patrón que preocupa a las familias, a colectivos de búsqueda y a organizaciones civiles. Mientras tanto, los seis jóvenes permanecen desaparecidos.
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