Trabajadoras sexuales protestaron frente al palacio de gobierno del estado, en Chihuahua, para exigir al gobernador panista Javier Corral Jurado la reapertura de bares, cantinas y centros nocturnos. Señalaron que las restricciones por la pandemia de Covid-19 las obligan a ejercer su trabajo en la clandestinidad, lo que incrementa riesgos.
Guadalupe Rodríguez, representante de las sexoservidoras, pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno que permitan la reapertura de los establecimientos con protocolos para prevenir contagios de coronavirus, como lo hacen en los restaurantes-bar.
“El cierre afecta a gran número de personas de la economía informal y las mujeres son más de 60 por ciento de las perjudicadas, quienes atienden barras, bailan y sirven tragos para completar los gastos de sus familias, y aquellas que en los establecimientos o en la calle ejercen el trabajo sexual consensuado.
“La mayoría son jefas de familia para quienes su trabajo es esencial, y al no estar los establecimientos abiertos se exponen a la violencia en Ciudad Juárez, que está normalizada”, expresó Rodríguez.
La integrante de la asociación Mujeres Unidas de Ciudad Juárez dijo que son más de 200 los centros nocturnos, cantinas y bares cerrados, y alrededor de 2 mil mujeres trabajan directamente en los establecimientos o ejercen en ellos el sexoservicio.
Propietarios de los negocios en Ciudad Juárez acusaron que el mandatario estatal panista favorece a cuatro empresarios que son los únicos que abren en la zona de bares y cantinas como restaurantes, aledaña al puente internacional Paso del Norte.
El presidente de la Federación de Comerciantes de Alcohol y Cantinas de Chihuahua, Pablo Ramírez, pidió les permitan operar con 50 por ciento de aforo y explicó que son pequeños empresarios con ventas diarias de alrededor de 3 mil pesos; asimismo, afirmó que las decisiones del gobierno sólo favorecen a unos cuantos restaurantes-bar.
Protestan en Vallarta empleados de salones
En Jalisco, más de un centenar de empresarios y trabajadores de salones de eventos sociales que cerraron obligados por el gobierno de Enrique Alfaro, en un afán de contener los contagios de Covid-19, protestaron el jueves en la alcaldía de Puerto Vallarta para exigir la reapertura de sus establecimientos y reprocharon la falta de apoyos económicos.
Al grito de: “¡queremos trabajar!”, el grupo caminó por la céntrica calle 31 de Octubre y por la avenida Juárez. Al llegar al palacio municipal solicitaron la condonación de impuestos. “¿Como quieren que paguemos impuestos, predial, licencias, permisos, si no hay con qué?”, expusieron.
Ana Isabel, del salón Campestre Las Lomas, explicó que desde mediados del año pasado se les impidió trabajar y aun así pagaron impuestos, permisos, luz y agua.
En Nuevo León, el secretario de Salud estatal, Manuel de la O Cavazos, informó que a pesar que la entidad continúa con seis de 10 indicadores del semáforo estatal en rojo, se permitirá la apertura de negocios no esenciales de cinco de la madrugada a 11 de la noche, con una ocupación máxima de 30 por ciento, y los domingos deberán permanecer cerrados.
Entre los negocios que podrán reabrir este viernes, sin permitir el acceso a personas vulnerables, destacan gimnasios, cines, campos de golf, spas, museos, teatros, iglesias, circos y casinos.
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